DADJ.

Cuándo os preguntan si alguna vez habéis estado enamorados, ¿qué decís? Algunos contestaréis 'oh, sí, lo estuve cuando tenía 10 años' (¿qué coño? A esas edad no sabes ni cómo se forma el amor.). Otros dirán 'sí, lo estoy'. Bien, veamos. Analicemos la situación. ¿Yo? Yo no contesto a esas preguntas porqué no sé lo que siento. Jamás tengo claros mis sentimientos. Lo mismo me pasa en este caso. No sé lo que siento hacia cierto hombre. Hombre que jamás me llegará a ver. O si lo hace, simplemente me dará las gracias por estar ahí, como estamos todos. Por haber contribuído, aunque solo fuera con un grano de arena, a hacer su sueño realidad. Pero, ¿sabéis? El contribuye en mi sueño día a día. El sueño de mi vida. Está conmigo cuando lo necesito, cuando nadie más está. Cuando me siento sola y solo necesito alguien que me recuerde que no lo estoy. Algunos lo llamarán exagerado, que sé que lo harán. Pero es como me siento. No puedo querer más a una persona que, no es que esté a kilómetros, es que no me conocerá nunca. No puedo tener tan claro que, si pudiera pasar un segundo con él, jamás me olvidaría, porque ese sería el segundo más intenso y soñado de toda mi vida. ¡Oh, sí, estoy loca! La felicidad que me da él es directamente proporcional a la locura que sufro. Y eso solo contando que él es uno de los tres pilares en los que me apoyo, y a los que les doy las gracias todos los días, por ser así como son ellos. Porque me han enseñado más de lo que podría aprender en mucho tiempo. Más de lo que cualquier persona podría enseñarme.
PERO HOY(ayer), 12 de Marzo, mi persona especial, él, Daniel Alan David Jones, cumple un año más. Un año más en su increíble vida y todavía no sabe todo lo que le debo. Pero le devolveré toda esa felicidad, de esa forma que sé que le gusta. Daré mi voz, mis sonrisas y mis lágrimas para él. Todas para él. Simplemente por poder sentirlo más cerca de lo que estoy habituada. Por poder verlo y decir 'si le grito I love you, quizás lo escuche'. Por, simplemente verlo para que me ilusión crezca. Para poder dejar de quererlo a kilómetros y aprender a hacerlo a metros.

Gracias por todo lo que me has dado, Danny. Espero que todo esto continúe. Que sepas hacerte querer como siempre. Y a seguir recordándome que no estoy sola, que te tengo a ti, a Harry, a Tom y a Dougie.